
La lectura de las obras de un autor como éste debería de hacerse, en algún momento, en sentido inverso al hilo cronológico; de este modo, y saltando de una obra más reciente a la inmediatamente anterior, comprobaríamos lo que ha habido de renuncia respecto a planteamientos previos. Así, llegaríamos de nuevo al punto de partida, con el lápiz de Pep sobre el papel y redibujando las dos variantes de la vivienda familiar en Begur (Sa-Tuna), allá por el 1978, para caer en la cuenta de que nada ha cambiado y, sin embargo, todo nos parece diferente, nuevo.