Dos nuevos títulos se han sumado, recientemente, a la revista TC Cuadernos, en su serie Dédalo, que la editorial General de Ediciones de Arquitectura dedica a monografías de arquitectos; los dos corresponden, por su localización, a estudios catalanes: BCQ y PICHARCHITECTS.
El primero de ellos, BCQ Baena-Casamor Arquitectura 1996-2012 TC 105, formado por los arquitectos David Baena y Toni Casamor, nos acerca a la trayectoria (extensa, por el periodo estudiado: 16 años) de este interesante estudio catalán que se acerca a la arquitectura, con igual cuidado, desde distintos registros: los espacios urbanos y la edificación. La arquitecta, además de crítica, Anatxu Zabalbeascoa, en el artículo introductorio de la monografía, define el modo de hacer de BCQ como “amplio de registros, tipologías y soluciones formales y materiales… Tal vez el atributo común a todas sus obras sea la precisión constructiva…”. En la parte central del número, y a modo de breve parada en ese viaje que la revista nos propone siguiendo los planos y las fotografías de su obra, el tándem catalán desgrana, en un breve texto, su actitud frente al hecho arquitectónico: La ciudad, la actividad, las texturas….la luz, en el que, y de la mano de Italo Calvino, resumen en: Ligereza-Rapidez-Precisión-Visibilidad-Multiplicidad y Consistencia.
El siguiente número, consecutivo en el tiempo al anterior, glosa la vivencia profesional del influyente -además de presente en las revistas especializadas- equipo catalán, PICHARCHITECTS Arquitectura 2005-2012 TC 106, capitaneado por la pareja de arquitectos: Felipe Pich-Aguilera y Teresa Batlle, uno de los equipos punteros en nuestro país en hacer visible la arquitectura desde la vertiente de la sostenibilidad, el bioclima y la racionalidad en la utilización de los recursos naturales; todo ello bajo un visión de un proyecto arquitectónico multidisciplinar. En la introducción a su obra los arquitectos resumen, en unas lineas, su estrategia:
La arquitectura es en sí misma, la construcción de un clima interior que debe proporcionar unas condiciones ajustadas a las necesidades de nuestra habitabilidad; podríamos concebirla como una envolvente bioclimática que filtra y gestiona las condiciones naturales para obtener un equilibrio nuevo y confortable. La dimensión bioclimática de la edificación es, por fuerza, un trabajo transversal en donde intervienen múltiples disciplinas en estrecha complicidad; arquitectos con ingenieros, también biólogos o bien físicos,... que interaccionan, desde la complejidad, la climatología, el entorno, los recursos naturales (el sol, el aire, los materiales, el agua, la vegetación, los residuos), con el fin de conformar espacios y definir sistemas (constructivos, de instalaciones, de producción,…), desde una responsabilidad que tienda hacia la sostenibilidad….
Fuentes: