Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

5/10/12

COFRE DE MADERA / GENINASCA DELEFORTRIE EN CHABREY

Geninasca Delefortrie Architectes, villa en Chabrey (2005/06)
En más de unas ocasión, cuando he presentado la obra del equipo suizo francófono Geninasca Delefortrie Architectes, formado por el tándem de arquitectos, con sede en Neuchâtel, Laurent Geninasca y Bernard Delefortrie, algunos compañeros me han hecho la observación de que su obra resulta demasiado profesional, entendiendo ésto como aquella manera de hacer arquitectura que presenta un excesivo conformismo y que está supeditada al destino final del objeto que se pretende construir: su venta o comercialización; ya sean oficinas (edificios corporativos), viviendas o centros comerciales.

Yo, sin embargo, prefiero verlo desde el otro lado del espejo; creo que es justamente en este campo en el que los arquitectos deben de batir su cobre donde mejor se aprecia, y se valora, el esfuerzo que los autores hacen para extraer de lo normal algo trascendente: convertir –parafraeseando a Mies- la prosa en poesía. Geninasca Delefortrie Architectes pertenecen a este selecto grupo de profesionales de la arquitectura que van un paso más allá del objeto perfectamente pensado y construido.

La obra de este tándem helvético no suele ser habitual en las publicaciones españolas, a excepción de General de Ediciones de Arquitectura que nos ha acercado a su trayectoria en distintas ocasiones a través de su colección Temas de Arquitectura. En el 2006 nos ofrecía la carta de presentación del equipo con la magnífica pieza escolar del Centro de Enseñanza Le Marcelin, en Morges (1996/03).

Geninasca Delefortrie Architectes, Le Marcelin (1996/2003)
En el 2008, el elegante Banco Migros en Neuchâtel (2003/05) y en el 2009, otro proyecto docente, realizado en colaboración con otra oficina suiza de interesante trayectoria: IPAS architectes, la Escuela de Primaria L´oiselier en Porrenturry (2004/06).

Geninasca Delefortrie con IPAS, escuela de primaria L´oisilier (2004/06)
Geninasca Delefortrie Architectes, Banca Migros (2003/05)


Entre el 2005 y el 2006 Geninasca Delefortrie Architectes proyectan y construyen una vivienda unifamilar en Chabrey, en el cantón del Jura. Situada en medio del campo, y sobre un terreno con una suave pendiente, los arquitectos desarrolan un programa residencial para una familia en una pieza de una sola planta, muy compacta, que se articula alrededor del corazón de la casa: el salón, pero con una total libertad geométrica. Una planta irregular alojada, también, en una volumetría facetada, poliédrica, que los autores trabajan como una escultura de madera posada, con gran delicadeza, sobre una alfombra verde.

Geninasca Delefortrie Architectes, villa en Chabrey (2005/06), planta y secciones





Geninasca Delefortrie Architectes, villa en Chabrey (2005/06)
Geninasca Delefortrie Architectes remiten, en la memoria del proyecto, a los almacenes de grano y granjas de la zona para la integración paisajista de esta pequeña joya. El uso global de la madera que da forma, con el mismo patrón de entablillado, a los lienzos de las fachadas y a los segmentados planos de las cubiertas, da lugar a un cofre trabajado, cortado, casi como una pieza de marquetería.












Fuentes:
+ Fotógrafo: Thomas Janstcher