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| Arhitekturakrusec, nuevo mercado municipal en Celje (Eslovenia) |
La plaza y el mercado son el corazón de la ciudad, tanto es así, que ambos espacios, llegan a fundirse en uno solo en nuestro país; es habitual, en determinadas zonas –más corriente en el levante y el sur español- decir “ir a la plaza” para referirse a “ir al mercado”; tal es la mixtura entre el espacio público, la plaza (espacio urbano de relación) y la actividad (comercio) que en ocasiones suele albergar, que los dos términos llegan a confundirse. La plaza y el mercado son las cuerdas que hacen vibrar la vida del barrio y la ciudad; ya sea bajo la forma de puestos de ventas ocasionales (mercadillo) o con estructuras más elaboradas, el mercado –junto con la plaza- con el ir y venir de la gente, el color y olor de los productos, resume –ocupando un trozo de suelo o amparado bajo un cubierta protectora- la complejidad de las relaciones sociales que estructuran la ciudad; sin éstas todo lo que se construya no tendrá sentido.
Con esta última idea arranca la propuesta con la que el equipo esloveno de Arhitekturakrusec ganó (2006) el concurso para la construcción del nuevo mercado en el centro urbano de la importante de Celje, al noroeste de Eslovenia. El equipo formado por Tomaz Krušec, Vid Kurincic y Lena Krušec, con oficina en Lubliana, construyeron (2010) un espacio físico compuesto de pavimento (la plaza) y techo (una marquesina protectora) para albergar el mercado de productos frescos de la capital de Estiria. Una gran cubierta sin soportes intermedios, resuelta a base de planos contrapeados en forma de dientes de sierra, se eleva por encima del pavimento de la plaza para proteger, en los meses del duro invierno esloveno, a mercancías, vendedores y usuarios del mercado; durante el buen tiempo, la gran cubierta es un parasol con la misma función protectora, tamizando el sol entre sus costillas metálicas.
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| Arhitekturakrusec, nuevo mercado municipal en Celje, planta y secciones |
Bajo el gran palio monocromo, que unifica visualmente la construcción, Arhitekturakrusec reparten las funciones del mercado al aire libre por bloques; en un lateral de la plaza construyen la zona destinada a puestos permanentes, de almacenamiento y cuartos higiénicos, a los que dan forma con unos delicados estuches metálicos con frentes practicables. El resto del espacio se coloniza con una serie de bancadas de terrazo como mostradores ocasionales para la fruta y verdura; completa la esplendida actuación un pabellón acristalado que contiene la cafetería y los aseos.
En la memoria de la actuación los autores hacen referencia a que los arquitectos preparamos el espacio para ser usado pero que, éste, no tendrá sentido, hasta que el bullicio de la gente, el color y el olor de lo expuesto (en este caso) hagan presencia para llenarlo de vida.
Fuentes:
+ Fotógrafo: Miram Kambic
+ Premio Mies van der Rohe, 2011. Proyecto seleccionado
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