Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

3/12/12

MEGAESTRUCTURAS / REYNER BANHAM (parte 2)

[viene de Megaestructuras (parte 1)]

Si los 60 son un momento de revisión cultural y social, también lo son de expansión económica (superada la fase depresiva de la postguerra). Los buenos aires económicos en Europa y América, junto con el acceso en masa de la población en los países industrializados a la cultura consumista y del ocio -cuya derivada será la proliferación del centro comercial- trae consigo una suave brisa de optimismo y de confianza en lo que las grandes metrópolis pueden ofrecer: no sólo alineamiento, sino también diversión que puede ser consumida como un producto más. De ahí, el título del capítulo 5: Diversión y flexibilidad, con el que Banham nos presenta este momento en el que despunta, por encima de todas las demás propuestas megaestructurales y neofuturistas del universo de Archigram, el megagrupo inglés formado, entre otros, por Peter Cook y Ron Herron.

Fun Palace
Previamente, el influyente arquitecto británico Cedric Price sentó las bases del este movimiento con su propuesta para el Fun Palace, una estructura abierta de grandes dimensiones dedicada a la educación y al entretenimiento. Un volumen adaptable en el que todo podía variar a voluntad, con el mínimo de restricciones en sus tres direcciones.


La revista Archigram (1961) se convirtió en la lanzadera del grupo a nivel internacional y fuente de inspiración para las generaciones de arquitectos más jóvenes. Un panfleto rompedor en el que Archigram vertía frases como: “hemos querido evitar la imagen decadente de la Bauhaus, que es un insulto al funcionalismo”; una declaración de intenciones en toda regla. La mirada que Banham hace del grupo londinense se detiene en un aspecto que resulta novedoso: la idea del Detallismo. Hasta la llegada de Archigram los proyectos megaestructurales no pasaban de ser grandes ideas esbozadas en trazos más o menos gruesos; con los proyectos neofuturistas de Archigram el grupo es capaz de bajar (dibujando) hasta el detalle. En el Proyecto de Ciudad Ambulante (1963) con sus construcciones caminando por Manhattan y, todavía más, en Plug-in-City (1963) el grupo diseña piezas, cápsulas, grúas, tubos....con una iconografía tomada del cómic, todo ello dibujado con una asombrosa precisión: la modularidad, el crecimiento y la variabilidad se llevan al límite; todo se “enchufa” a una superestructura que organiza el complejísimo entramado. En 1967, Archigram concreta sus visionarias ideas en un proyecto destinado a viviendas: La liberación de cápsula, una unidad residencial autónoma libre ya del soporte megaestructural. Una idea que entroncará con los proyectos que los Metabolistas japonenes llevarán a término en la década siguiente.

Moshe Safdie, Habitat Montreal (1967)
En los dos capítulos siguientes: 6. La megaciudad de Montreal (Expo 1967) y 7. La megaestructura en el ámbito universitario, Banham se empeña en poner rostro a la idea de Megaestructura con distintas realizaciones llevadas a cabo a finales de la década de los 60. El profesor nos introduce en el estudio de la propia ciudad de Montreal analizándola como una megaestructura en si misma: como una megaciudad, por su tupida red de comunicaciones que entrelaza subterráneamente la mayor parte del centro de la metrópolis canadiense de manera que, en los meses de duro invierno, es posible recorrerla sin pisar la calle. Una sistema de conexiones que se completó para la Exposición Mundial de 1967 en la zona portuaria de Montreal y en las que Banham vio, tanto en la propia Exposición como en una de sus realizaciones más famosas: el espacio residencial Habitat del arquitecto Moshe Safdie, claros signos de su voluntad megaestructural. Este último ejemplo, el conjunto residencial construido a la entrada de la Expo, se concibió mediante “el apilamiento” de unidades residenciales unifamiliares, a base de cápsulas de hormigón prefabricadas en taller que se terminaban de ajustar en el sitio; uno de los primeros ejemplos de industrialización a vivienda completa que se realizó en el mundo. Aunque, desagraciadamente, su resultado final no fue más allá de la configuración de un poblado pintoresco, muy alejado de la estética futurista de las megaestructuras utópicas.

Moshe Safdie, Habitat Montreal (1967)

Denis Lasdun, Univ. East Anglia 
El capítulo siguiente, el 7, se detiene en mostrarnos muchas (esta vez sí) realizaciones centradas en la idea del espacio universitario como generador de edificios que, en alguna de sus características, pueden asimilarse al concepto de megaestructura y que extendió hasta la década de los 70, periodo en el que se consolidó el tipo del “Plan Campus” como modelo de planificación urbana “ex nuovo”. Ejemplos canadienses, americanos, ingleses (con la East Anglia de Denis Lasdun a la cabeza), alemanes y, también, italianos (con Vittorio Gregotti y su estructura portante) nos hablan de este universo de megaedificios destinados, fundamentalmente, a la docencia.

Town Centre, Cumbernauld , 1960
Cierran este interesante viaje que el profesor Banham nos ofrece por el concepto de las megaestructuras, los dos capítulos finales: 8. Megadecandencia. Aceptabilidad y explotación y 9. Epílogo. Significado de la megaestructura, en los que el crítico anuncia el principio del fin del movimiento en cuanto éste es aceptado por el Establisment y se convierte en moneda de cambio político‑social. No obstante, se detiene en uno de los ejemplos más conocidos de carácter megaestructural a nivel urbano realizado en la década de los 60: el Town Centre de Cumbernauld construido en la ciudad escocesa en 1960, a la que Banham califica como megaestructura urbana por su capacidad de concentración de servicios bajo un mismo organismo; por la monumentalidad que nos ofrece su construcción, en la que se emplea de manera extensiva el “hormigón brut”, por su simbolismo y por ofrecer una solución global para el tráfico al nivel de la ciudad. En el último capítulo, Epílogo, vuelve a retomar la idea y el significado del concepto Megaestructura para concluir que si bien ninguno de los ejemplos presentados en el libro satisfacen íntegramente los enunciados expresados al inicio del libro por Wilcoxon y Maki, proyectos y obras posteriores como el influyente Centre Pompidou (Renzo Piano y Richard Rogers, 1970-1977) no podrían entenderse sin las bases utópicas de las Megaestructuras de la década de los 60.

Maqueta del George Pompidou, Renzo Piano y Richard Rogers (1970)
  
Fuentes:
+ Reyner Banham, Megaestructuras. Futuro urbano del pasado reciente
   Editorial Gustavo Gili, 1978
   Primera edición en inglés de Thames and Hudson Ltd. en 1976