arquitectura zona cero: CONCEPTO_PROCESO_SISTEMA / CONSTRUIR LA ARQUITECTURA...................DE ANDREA DEPLAZES

Nuestro particular viaje por esta disciplina, la Arquitectura, es un constante ir y venir entre el MANUAL y el CATÁLOGO. De estudiantes acudíamos a los primeros (Manuales de construcción, de urbanismo, de instalaciones o de historia de la arquitectura...) como complemento a las materias de los distintos cursos; mas tarde, ya profesionalmente, volvemos a ellos bien para refrescar nuestra memoria, o bien para hacer una lectura más precisa de aquello que antes abordamos formando parte de un temario. Los segundos, los catálogos, tienen más que ver con del día a día de un arquitecto; a ellos nos acercamos desde la precisión que demanda el detalle constructivo o la adecuación de un determinado material o técnica a las estrictas exigencias que las normativas exigen.

Del universo de los Manuales, dos -entre cientos- acuden a nuestra memoria destacando sobre los demás por su dilatada vida editorial: El Arte de Proyectar en Arquitectura de Ernst Neufert (1ª edición de 1936) y el monumental Tratado de Construcción de Heinrich Schimtt, ambos publicados en castellano por la Editorial Gustavo Gili. Si el primero nos introducía en el mágico mundo de las medidas y relaciones que debemos conocer para abordar cualquier proyecto de arquitectura, el segundo es un viaje por las técnicas aplicadas en la definición del hecho constructivo.

Por su parte, el Catálogo ha estado presente, desde siempre, en la llegada de nuevas técnica o materiales a la arquitectura; baste recordar las conocidas anécdotas de algunos de nuestros viejos y heroicos maestros que en las décadas de aislamiento tecnológico de nuestro país, buceaban en los preciados folletos de patentes que llegaban desde América o Alemania con la idea de incorporar, a nuestra cultura constructiva, materiales o técnicas que eran ya habituales en otros países: las primeras carpinterías de aluminio, las chapas industrializadas aplicadas a la construcción ligera, etc. Aunque no siempre los maestros buscaban la novedad por la novedad; es también conocida la pasión que el inmenso Jørn Utzon sentía por las ancestrales técnicas constructivas japonesas del trabajo en madera y que, según cuentan algunos colaboradores, uno de esos tratados formaba parte de su bibliografía básica al que acudía con asiduidad.

Recientemente, también GG, ha incorporado al mundo de los Manuales uno nuevo que, sin duda, se convertirá en un referente tanto para las escuelas de arquitectura como texto de consulta de los ya arquitectos: el voluminoso Construir la Arquitectura del Material en Bruto al Edificio; UN MANUAL, del profesor de la ETH de Zúrich Andrea Deplazes. Lo que hace a este nuevo tratado especial (en comparación con, por ejemplo, el Schimtt) es la nueva visión que el profesor y sus colaboradores nos ofrecen de los MATERIALES con los que se construye; sin dejar de lado las necesarias cuestiones físicas, mecánicas y tecnológicas de los mismos, el autor nos muestra lo más intimo y EXPRESIVO de un determinado material; en definitiva nos habla de cómo aplicando las técnicas que se describen en su Manual, un determinado material -cualquier material- puede hacer HABLAR a la arquitectura si de trabaja adecuadamente.

Esta visión de CELEBRACIÓN de la materia tiene que ver con la idea de arquitectura genuinamente suiza (si se me permite), no en vano Rafael Moneo echa mano de esta expresión para referirse a la pareja Herzog y de Meuron uno de los máximos exponentes de la idea de extraer, al máximo, la potencialidad comunicativa de los materiales.

En este caso en concreto, es posible explicar un determinado posicionamiento teórico, el del profesor Deplazes, acudiendo a su obra como arquitecto; el autor forma un consolidado tándem con su socio Valentin Bearth, Bearth+Deplazes Architekten AG, y suyas son algunas obras que pueden de servir de ejemplo (de hecho así ha sido, ya que el autor acude a ellas) de lo que en el tratado se intenta explicar. La obra de estos dos autores arranca, casi siempre, de un profundo conocimiento tanto de la materia con la que se pretende construir, como de las técnicas que lo hacen posible. Desde la poética inserción y sensualidad de los revestimientos continuos de la imprescindible Escuela en Vella (1994/97); pasando por la pétrea presencia del hormigón desnudo de la vivienda en Fläsh (1997/2001); los tablones aceitados de madera de Sevgein (1998/99); la milimétrica precisión de las piezas cerámicas de la Galería en Marktoberdorf (1998/2001), hasta el más reciente, y tecnológico, refugio de montaña Monte Rosa en Zermatt (2008/2009) las obras del este estudio suizo son una continua investigación en las posibilidades expresivas y la adecuación constructiva de los materiales que parecen discurrir -como sugiere el título del libro y en ese sentido- del material al edificio de manera magistral.

(arriba: Escuela en Vella y debajo: vivienda en Fläsh)

(las dos inferiores, izquierda: vivienda en Sevgein y derecha: Galeria en Marktoberdorf)

Construir la materia..., permite, por su estructura, ser leído como un libro de texto ya que además de las referencias técnicas el autor hace un repaso historiográfico, mostrando ejemplos en los que están presentes ya sean los materiales (módulos), los elementos constructivos o las estructuras que organizan el contenido del Manual; como colofón de este imprescindible Tratado (en el que no falta un Catálogo de Elementos Constructivos, léase Detalles) el profesor Deplazes se detiene en diseccionar algunos de los ejemplos de la reciente arquitectura suiza con un exhaustivo catálogo de lo mejor de la producción helvética de los últimos años. En ese muestrario nos encontramos con destacados arquitectos cuya trayectoria ha sido (o está siendo) seguida por numerosas publicaciones europeas y, también, españolas: El Croquis, detail (versión castellana) y Tectónica; algunos de ellos han sido, además, objeto de estudio desde este mismo cuaderno como: Burkard Meyer Architekten, Valerio Olgiati y Christian Kerez.