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Zwimpfer Partner Architekten, ampliación de la escuela Biel-Beken (2010) |
Fruto de concurso ganado en el 2002, el equipo multisciplinar con despacho en Basilea y Zürich, Zwimpfer Partner Architekten, completaron en el 2010 una pequeña ampliación (1.920 m2) de la escuela de primaria Biel-Benken. El programa, además de las aulas, debía contener un gimnasio cubierto que se realizará en una segunda fase.
Situado en las proximidades del colegio existente, y en una zona donde el terreno presenta una fuerte pendiente, los arquitectos diseñan un prisma apaisado, perfectamente definido en planta y en volumetría, y situado con autonomía respecto a lo existente. Aprovechando la caída del solar, Zwimpfer Partner Architekten, componen una pieza alargada, organizada en dos plantas, cuyo tema central es la disposición de los espacios docentes a dos manos respecto de una generosa espina central a la que se vuelcan. Los accesos principales se disponen a caballo entre los dos niveles existentes, contando con un tercer punto de evacuación, en uno de los testeros, que simplemente se insinúa con una escalera exterior.
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Zwimpfer Partner Architekten, ampliación de la escuela Biel-Beken, planta tipo, secciones y alzado |
La propuesta del equipo de Basilea bascula entre dos temas opuestos que, sin duda, los autores han querido conscientemente enfrentar; por lado, la imagen suave del pabellón envuelto por una piel de listones de madera; por el otro, el austero interior en el que están presentes únicamente dos materiales: el hormigón, en las losas y vigas de techo y, también, en los suelos, con los pavimentos de matriz cementosa, por un lado y los paños de tableros de resinas en color blanco, por el otro; éstos cuajan los laterales de las aulas e incluyen tanto las taquillas como las puertas de acceso a las aulas, todos ellos resueltos con el mismo material.
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Zwimpfer Partner Architekten, Biel-Beken, vista de la fachada |
Los arquitectos diseñan el exterior con un forro de listones de madera, dispuestos con una separación entre los bastones verticales, a modo de gran celosía, que incluso pasa por delante de la fenestración en puntos concretos. Esta piel deja ver la lámina impermeable de color oscuro, sobre la que se fija mediante un enlistonado horizontal; esta capa protege el colchón térmico de la fachada. Para la adecuada protección solar de los grandes ventanales de las aulas, los autores emplean un entoldado vertical dispuesto entre la piel y la lámina en un tono idéntico a esta última.
Únicamente al interior de las aulas, los autores se permiten una variante de la estricta paleta empleada, y por cuestiones de confort, resolviendo los suelos con pavimentos continuos de resinas, en color claro (en continuidad cromática con el lienzo de separación con el pasillo) y la implementación de un falso techo de paneles de viruta de madera, como material fonoabsorbente.
El corredor central, con sus escuetas aperturas a modo de claraboyas, que sirven a su vez como bancos para el trasiego de mochilas, se convierte en el auténtico corazón del colegio. Un espacio que, en muchas propuestas al uso es un mal necesario con el objeto de optimizar cada metro cuadrado construido, se convierte para Zwimpfer Partner Architekten en una oportunidad para transformarlo en una calle interior, un espacio que además del ir y venir de los estudiantes sirve como espacio de relación del colegio.