Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

26/11/12

MOSAICO BALCÁNICO / GUARDERÍA MB DE NJIRIC+ ARCHITEKTI EN ZAGREB (CROACIA)

Njiric+ architekti, Guardería MB en Zagreb (2005/08)
El estudio de Zagreb Njric+ Architekti, cuyo titular es el arquitecto croata Hrvoje Njiric que, desde el 2001, camina en solitario respecto del anterior tándem formado con la arquitecta Helena Njirc, unión que dio lugar, es su día, al infuyente estudio Njiric+Njirc (cuya obra fue publicada, entre otros medios, por El Croquis, nº 114), completó en el 2008 (con proyecto del 2005) la guardería Medo Brundo, en Zagreb, que se ha convertido en un referente a nivel internacional como ejemplo de este modelo funcional desarrollado en vertical: un esquema organizativo que no suele ser habitual en nuestro país, pero que cuenta con númerosos ejemplos más allá de nuestras fronteras.

Njiric+ architekti, Guardería MB en Zagreb (2005/08)
En un escueto solar, rodeado de bloques residenciales y delimitado por calles de tráfico, Njric+ architekti propone un bloque compacto que se extiende en planta baja con una planta articulada por los vacíos de patios alargados a los que se abren las unidades docentes y, también, los espacios comunes; todo ello cosido por lo que el autor denomina “La calle de los niños”, una generosa espina central, a la que se abren todos los espacios –docentes o no- convertida en una metáfora de los flujos de la ciudad, en la que los pequeños interactúan con los procesos funcionales que están presentes en el día a día de su colegio. Las tripas de la guardería no se esconden sino, más bien, se muestran a los pequeños para que estas formen parte de su temprana formación: los jóvenes usuarios observan, a través de los grandes diafragmas de vidrio, cómo se cocina la comida o cómo los mayores trabajan en sus ordenadores.




La extensa planta baja se comprime y estira en vertical dando lugar a un prisma esquinado que se eleva por encima de la cubierta con tres niveles, compactos, que contienen, además de algunas unidades docentes, los espacios de relación y de esparcimiento de los más pequeños, abiertos, como un balcón, hacia la ciudad y que tiene su colofón en la pista deportiva y jardín con las que se corona el edificio. Las tres plantas superiores se organizan, como si un bloque de viviendas se tratara, disponiendo los espacios a ambos lados de un núcleo central de comunicaciones: la escalera y el ascensor.








Njiric+ architekti, Guardería MB en Zagreb, plantas y secciones


  
  
Njiric+ architekti, Guardería MB en Zagreb, terraza de juegos cubierta en la planta segunda
Njiric+ architekti, trabaja la volumetría y la imagen del edificio echando mano del ideario más moderno. El plástico efecto de los dos testeros de mayor dimensión dibujados con la impronta de la “L” maciza, con un pie que se estira de manera exagerada, tiene su contrapunto en la lectura que el arquitecto hace del moderno apilamiento de las funciones en vertical, confrontando, en las fachadas principales, el recorte de grandes paños vidriados (de suelo a techo) con grandes masas ciegas. El material empleado, un revestimiento continuo granulado, unifica la piel del edificio y, con su textura y color (presentes también en el interior de la guardería), apuestan por la función educativa que estas sensaciones (color, tacto, luz, paisaje...) tienen en las etapas educativas más tempranas del alumno.

  







Fuentes:
+ Fotógrafo: Damagoj Blacevic
+ Premio Mies van de Rohe, 2009 proyecto seleccionado
+ Njiric+architekti, 2G, nº 57, Ed. GG
+ www.world-architects
+ Archdaily