Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

13/2/12

PEP LLINÁS


La revista de arquitectura TC Cuadernos en su último número, el 101, se ha acercado  a la obra más reciente de este arquitecto nacido en Castellón, pero cuya trayectoria  ha estado siempre ligada a Barcelona. Representante destacado de la segunda generación de la llamada Escuela de Barcelona, en la que figuran nombres como Bach-Mora, Garcés-Soria, Viaplana-Pinón....., su obra se presenta como un ir y venir en busca de lo esencial de la arquitectura.

La lectura de las obras de un autor como éste debería de hacerse, en algún momento, en sentido inverso al hilo cronológico; de este modo, y saltando de una obra más reciente a la inmediatamente anterior, comprobaríamos lo que ha habido de renuncia respecto a planteamientos previos. Así, llegaríamos de nuevo al punto de partida, con el lápiz de Pep sobre el papel y redibujando las dos variantes de la vivienda familiar en Begur (Sa-Tuna), allá por el 1978, para caer en la  cuenta de que nada ha cambiado y, sin embargo, todo nos parece diferente, nuevo.