Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

1/6/12

10 CABAÑAS EN UN VIÑEDO / PICHLER & TRAUPMANN ARCHITEKTEN ZT GMBH


pxt Pichler & Traupmann, Wohnen am Ratschen, Austria, 2010/11


En 2010 el equipo de Viena: pxt Pichler & Traupmann Architekten, compuesto por el tándem Christoph Pichler y Johann Traupmann, proyectaron una singular actuación en el estado confederado de Burgenland –al sureste de Austria, limítrofe con Hungría- encargado por una afamada bodega y restaurante de la zona: el Wachter‑Wieslers Ratschen. Esta zona del levante austriaco, se caracteriza por su importante industria vitivinícola -todavía familiar- con unos caldos rojos reconocidos en toda Europa. Para mejorar los servicios ofrecidos al turismo enológico que recibe la comarca, los bodegueros se plantearon completar el restaurante y la vinoteca existentes con el alojamiento, con el objeto de facilitar unas estancias más prolongadas que permitan al visitante aumentar su experiencia sobre la cultura enológica.


Para esta misión, Pichler & Traupmann Architekten, dispusieron en uno de los viñedos que rodean al restaurante y la vinoteca, una serie cabañas (10 en total), independientes, que funcionan a modo de pequeños apartamentos, insertados entre las enfiladas de viñas. Una actuación de alto nivel paisajístico, por su espléndida integración, que permite al visitante ocasional retirarse a descansar, o contemplar las estrellas, entre las viñas después dar cuenta de una buena cena en el restaurante de la bodega.

De ahí que los arquitectos sitúen la escueta agrupación al final de un claro en el viñedo que, a modo de camino entre las cepas, conduce a la zona residencial, situada ésta en el lado opuesto al restaurante. Las pequeñas construcciones, que ocupan dos líneas en perpendicular a la trazas de los emparrados, presentan una planta articulada en forma de T invertida que contiene el programa básico de una célula habitacional: la zona de dormir (con dos camas), la de estancia y la de aseo; con una superficie aproximada de 23 m2. Un rehundido en la planta, a modo de porche, protege las entradas de los pequeños pabellones, y éstos se completan con una terraza exterior a la que se accede desde la zona de dormir.



pxt Pichler & Traupmann, Wohnen am Ratschen, planta de una célula 

La sección de la célula, que Pichler & Traupmann nos proponen, es tan sencilla como la planta: un prisma de una altura, dispuesto sutilmente elevado sobre el suelo agrícola; que, convenientemente domesticado, en este caso con la explanación necesaria para su construcción, queda identificado por una trama empedrada de  losas de piedra (y adoquines) entre los que crece un manto verde. La cubierta se inclina lo suficiente para drenar las aguas de lluvia sin afectar visualmente a la definición volumétrica de los prismas.


pxt Pichler & Traupmann, Wohnen am Ratschen, sección 


pxt Pichler & Traupmann, Wohnen am Ratschen, interior
Si la integración es la premisa, ésta camina de la mano de la materialización para que el resultado final sea el esperado. Los arquitectos trasladan el material leñoso de las cepas a “todo” el objeto construido, en una operación de “mímesis” que es consustancial a la concepción del proyecto: la madera (material natural) en un entorno también natural (aunque domesticado) pautado por la fuerte direccionalidad de las enfiladas de cepas y el suave tapiz flotante de las hojas. La madera está presente tanto en el interior, envolviendo cálidamente la estancia de los visitantes, como al exterior, dando solución constructiva tanto a la estructura como al cerramiento de los pabellones: un sándwich con la hoja interior a base de tablas de madera casi “en crudo”; una importante barrera térmica y un enrastrelado exterior que recorre de abajo hacia arriba las pequeñas fachadas. Este sistema semiindustrializado permitió la ejecución del pequeño complejo hostelero en menos de 100 días. 

pxt Pichler & Traupmann, Wohnen am Ratschen, vistas








Fuentes:
+ Fotografías: Lisa Rastl
+ austrian-architectes