El país que alumbró el Siglo de las Luces, tuvo a lo largo del pasado siglo también sus momentos de luces y sombras. Si el primer cuarto de la centuria estuvo dominado por las vanguardias artísticas, a partir de este momento fue la figura omnipresente de Le Corbusier (suizo de nacimiento y francés de adopción) quien, con su brillo, acaparó todas las miradas tanto de sus seguidores como de sus detractores. Incluso después de su muerte en 1965, y tras concebir –de nuevo- otras tantas obras maestras en territorio galo, como la Unité d´Habitation de Marsella (1947-52) y la Capilla en Ronchamp (1950-55), se produjo una cierta recuperación de su legado, de la mano de antiguos colaboradores y discípulos del Atelier, que llegó, incluso, hasta bien entrada la década de los 80, como la Embajada de Francia en Rabat (1985) de Julien de la Fuente.
No obstante, la tercera parte del siglo en Francia estuvo marcada por la entrada en escena de la figura del político como mecenas y valedor de los denominados chantiers du President (obras del Presidente), que inauguró Valéry Giscard d´Estaing (1974) y que llegó a su apoteosis con François Mitterand en los ochenta. La etapa del “giscardismo”, según François Chaslin, de claro acento tradicionalista y regio, tuvo en la figura de Ricardo Bofill a su ayuda de cámara más destacado por razones de parentesco político (nunca mejor dicho) con Le President. En plena vorágine posmodernista surge, como un nuevo sub‑ismo que el profesor K. Frampton denominó como “megaclasicismo”, un modo de hacer arquitectura grandilocuente basado en la tecnología: la de los grandes prefabricados de hormigón, pero con resultados de drama escenográfico patente ‑entre otros- en Les Espaces d´Abraxas en Marne-la-Vallée (1979-83). La década, sin embargo, quedó marcada por el concurso internacional, y posterior construcción, de uno de los referentes actuales de la ciudad de París: el Centro Pompidou, obra de unos entonces desconocidos Richard Rogers y Renzo Piano (1972-77) que prolongaría, más allá de lo esperado, el decenio por excelencia de las megaestructuras: la década de los 60. Los años siguientes –los ochenta- fueron los del París soñado por Mitterrand, que llegó a la presidencia de la república en 1981; fue la época de los “grandes trabajos” que pusieron, de nuevo, en el mapa del mundo a París y cuyo fruto reconocemos, pasados ya algunos años, al callejear por la ciudad de la luz:
- El Proyecto del Gran Louvre, de Ieoh M. Pei (1988)
- El Museo de Orsay, de Gae Aullenti (1980-86)
- El Parque de la Villete, de Bernard Tschumi (1991)
- El Instituto del Mundo Árabe, de Jean Nouvel (1983-87)
- Ministerio de Finanzas en Bercy, de Chemetov y Huidobro
- El Arco de la Defense, de Johan Otto (1983-89)
- La Ciudad de la Música, de C. Portzamparc (1991)
Ciclo que se finiquitó, entrando ya en la década de los 90, con el impresionante perfil de la Biblioteca Nacional de Francia (1989-95), cuyo concurso internacional ganó un joven y desconocido Dominique Perrault (1953). Trás el éxito y la repercusión de esta obra, Dominique Perrault, y también Jean Nouvel (1945) , pasaron a dirigir la escena arquitectónica francesa (y en parte la europea) en ese periodo de tránsito finisecular.
|
ECDM (Combarell y Marrec), residencia de estudiantes, Epinay-sur-Seine |
Siglo y milenio se descorchan bajo la influencia de la obra de algunos ilustres nombres como la del veterano arquitecto de origen peruano Henri Ciriani (1936) e Yves Lyon (1945); a los que hay que añadir, por su trascendencia, figuras como: Francis Soler (1949), Lacaton y Vasal (1955 y 1954), Dominique Coulon, Philippe Gazeau (1954), Rudy Ricciotti (1952) y el imprescindible equipo ECDM formado por Emmanuel Combarell (1961) y Dominique Marrec (1957), entre otros.
|
LAN Architecture, EDF Centro de Archivos, Bure-Saudron |
Es a partir de la primera mitad de la década pasada, cuando se hace patente la entrada en escena de una serie de jóvenes estudios, que entonces se llamaron –como es ya habitual- emergentes (la mayoría de ellos nacidos en la década de los 70) que, en estos momentos, son una auténtica realidad. La revista española AV Monografías en un número dedicado precisamente a ellos, a los Emergentes europeos, nos acercaba a la obra del colectivo BLOCK architectes; éstos últimos trabajan, ocasionalmente, asociados con otro joven equipo formado por el tándem ginnée*potin. Junto con LAN architectes, Hamonic-Masson y el grupo =PLAN01 compuesto por las agencias Atelier du Pont, [BP] Architectures, KOZ y Philéas, configuran, todos ellos, un refrescante panorama de la nueva arquitectura francesa que, sin duda, habrá que seguir.
|
[BP] Architectures, dos escuelas en Courbevoie |
|
BLOCK+ginnée*potin, edificio plurifuncional en Nantes |
|
=PLAN01, Crematorio de Rennes |
+ AV Monografías nº 17 (1989) París, Francia
+ AV Monografías nº 65 (1997) Francia fría
+ AV Monografías nº º128 (2007) Emergentes
+ Arquitectura Viva nº 37 (1994) Francia en formas
+ CIAB 4 General de Ediciones de Arquitectura
+ CIAB 5 General de Ediciones de Arquitectura
+ Fotografías: Julien Lanoo, Frédéric Delangle