Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

8/2/13

TALLA DE HORMIGÓN / REFUGIO DE ALTA MONTAÑA DE MARTE.MARTE ARCHITEKTEN (AUSTRIA)

Marte.Marte Architekten, Refugio de montaña en Laternser Valley (2011)
Marte.Marte Architekten: dos puentes
Hace unos meses, me aproximé a la interesante trayectoria del joven tándem formado por los hermanos austríacos Benhard Marte y Stefan Marte, Marte.Marte Architekten, de la mano de dos ejemplos de obra civil: dos puentes en los que el hormigón, además de ser un elemento estructural, adquiere una componente expresiva que hace “hablar” a la pasta endurecida; en Schanerlochbrücke el gesto de la suave curvatura del tablero queda, una vez desmoldado, petrificado en el aire, mientras que en Alfenzbrücke, la pareja de Weiler se permite el divertimento de resolver con hormigón una estructura prestada de la imaginería de los pontones de ferrocarril resueltos con armadura metálica.

En una de las últimas obras del fructífero estudio del Voralberg: un refugio de alta montaña en Laternser Valley (2011) en el que, de nuevo, el hormigón se presenta como elemento tectónico y expresivo. Una esbelta torre que contiene un escueto programa vacacional para una familia, que se alza como un objeto en una escarpada ladera. Si en la obra civil del estudio, el material, el hormigón, se acomodaba al trabajo de esfuerzos y tensiones que se le exige, en la torre (que recuerda vagamente a las atalayas defensivas) el hormigón conforma una doble piel; una interior resistente y otra que la envuelve, homogénea, que los autores trabajan (abujardan) como una mole pétrea para enfatizar el carácter de escultura que emerge de la pronunciada pendiente.

De la Memoria del proyecto

En el borde de una quebrada boscosa, debajo de la imponente casa de madera de la Comunidad Católica de las Hermanas, la pequeña torre emerge de la empinada ladera. Insertada en el paisaje como si se tratara de un granero, la torre se presenta como un claro ejemplo en la utilización homogénea de los materiales; en este caso, una superficie de hormigón rugoso cuidadosamente labrada, que destaca sobre el prado verde y el blanco del invierno. Su color gris ceniza contrasta, con sus macizas puertas de roble y el color antracita de la cerrajería, de las ramas de los árboles del bosque cercano.

La integración de las superficies exteriores, solicitados por el cliente, es una suerte de artificio. En el nivel de acceso, que se realiza a través de unos peldaños volados, el edificio presenta dos columnas huecas dispuestas en las esquinas, que no sólo ofrece a los usuarios la oportunidad de ver a través de la construcción sino, al mismo tiempo, disfrutar de una vista panorámica del paisaje circundante protegidos de los elementos; añadiendo a la entrada de una mayor importancia. En el interior de la columna de mayor dimensión, una escalera de caracol conecta la sala de estar, situada en el nivel superior, con las dos áreas más privadas dispuestas en nivel inferior, donde las habitaciones y áreas de descanso están engarzados como un rompecabezas.  
Marte.Marte Architekten, plantas, secciones y alzados


Al interior, las aberturas practicadas en la doble piel de hormigón se presentan como pinturas que capturan el paisaje entre sus marcos realizados en roble macizo. Estas ventanas enmarcadas permiten dirigir la atención del usuarios hacia la imponente cadena de montañas, las suaves laderas y la arboleda del bosque. Además de las superficies de hormigón en bruto y los pisos de roble sin tratar, las puertas y los accesorios, las superficies de metal negro permiten obtener una combinación armoniosa además de un carácter austero en los materiales. El cliente, y los arquitectos, no han querido construir una casa de vacaciones ligera, sino un lugar de retiro que debe de permanecer en pie durante generaciones, a pesar de los cambios que se anuncian en el clima y el paisaje.


Marte.Marte Architekten, Refugio de montaña en Laternser Valley (2011)






































Fuentes:
+ Marte.Marte Architekten
+ Fotógrafo: Marc Lins
+ Premio Mies van der Rohe 2013. Nominado
+ Best architectes 2013